Desde que se publicó la noticia que Juan Ramón Lucas no iba a continuar al frente del informativo nocturno ‘La Brújula’ de Onda Cero, ya existía el nombre de su relevo, aunque no había oficialidad ni para la salida ni para la entrada. Hasta que semanas más tarde se han ido conociendo las piezas del puzle que debían encajar en toda la historia. Si ya sabemos que Lucas se va para crear una plataforma de podcast, desde el pasado viernes 10 de junio se sabe que su sustituto será Rafa Latorre. Pero en esto tampoco había novedad en el frente.

Ha sido su actual jefe Carlos Alsina el que hizo público el anuncio que a partir del 29 de agosto será el encargado de señalar el norte de ‘La Brújula’ (permitidme el chascarrillo). Va a ser la primera vez que esté al frente de un programa de radio tras haber estado, en sus casi 42 años de vida, con Luis del Olmo, Concha García Campoy, Josep Pedrerol y Manel Fuentes entre otros en su etapa de Punto Radio, cuando llegó a ser subdirector de ‘Protagonistas’. Algo debe de tener.

También es escritor, con un libro a sus espaldas titulado ‘Habrá que jurar que todo esto ha ocurrido’ y una columna en el diario ‘El Mundo’. En Onda Cero está desde que le llamó Alsina para la sección de la revista de prensa dentro de ‘La España que madruga’ y alguna de las tertulias del ‘Más de uno’.

También habría que señalar que estuvo detrás de otros proyectos, actualmente más que muertos, como el canal de televisión ‘No Stop People’ y el portal digital ‘Zoom News’. Como él dice, de todo esto se aprende.

Ahora llega la conveniencia o no de ponerlo al frente del que debería ser uno de los pilares de Onda Cero. Las audiencias no han acompañado en los últimos años al programa y es normal que Juan Ramón Lucas prefiera meterse en un nuevo proyecto y dejar ‘La Brújula’. Rafa Latorre tiene experiencia y, creo, debería saber qué hacer y qué no. Su compañero Rubén Amón se lo va recordando estos días.

Pero su nula fama como gran nombre en los medios hace suponer que para Onda Cero debería ser una apuesta a largo plazo por alguien nuevo, alguien que no está desde hace años dando la matraca en las ondas durante horas, y eso es un punto a favor para la empresa en un momento en que se habla de sustitutos en la SER y en la COPE.

Hay que señalar que parte como el tercero de audiencia de las radios privadas en el mismo horario, con Bretos y Expósito muy arriba y cerca uno del otro. La distancia es grande y los que están arriba están muy polarizados políticamente hablando, aunque hay días en que Ángel Expósito le sale la vena viajera con temas sociales de fondo. Latorre no debería acercarse a ninguno de los dos bandos políticos, si no dar palos a diestro y siniestro, como hizo con su libro dedicado al panorama catalán. No todos son buenos, ni todos son malos. Es lo que tiene el periodismo actual, que hay que decantarse por una de las opciones o bien por empresa o bien por convencimiento personal. Y a Latorre de momento no le salen estas pautas.

Y después de toda esta chapa, queda por ver si el resto de las cadenas empiezan la temporada 2022-2023 en la fecha temprana del 29 de agosto. Esperemos sentados.

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