Si hace poco comentaba el tema de la libertad de expresión en los inicios de la radio en España, en esta se tratará el tema de la libertad de emisión teniendo en cuenta que se han celebrado los 40 años de existencia de Radio Klara de Valencia, la única emisora de radio libre que dispone de licencia.
Una radio libre podría tener como definición toda aquella radio que no tiene ningún interés comercial o lucrativo y, en algunos casos, además de no tener ningún interés político o partidista. Y desde la llegada de la democracia empezaron a salir como setas, principalmente alrededor de las capitales más importantes de España. La primera de ellas fue Radio Maduixa en 1977 en Granollers, y desde entonces muchas han ido apareciendo y cerrando por orden de la autoridad competente. Pero una de ellas se mantiene en pie, al menos en las ondas, gracias a una licencia que consiguió del Plan Técnico Nacional de 1989 en la localidad de Mislata, lo que la hace entrar dentro del “grupo de honor” de las que deben pagar por utilizar el espacio radioeléctrico.
Esta emisora es Radio Klara, que lleva emitiendo desde el 26 de marzo de 1982 teniendo, desde entonces tres cierres: uno por parte del gobierno de UCD y dos con el PSOE. A las incautaciones y precintos de los equipos se respondía con la vuelta a las emisiones manipulando los precintos, hasta que llega la concesión y ese tema queda resuelto. Pero queda el interno.
La creación de la emisora se remonta a finales de 1979 cuando un grupo de jóvenes anarcosindicalistas organizan actos y debates con la idea de crear un medio de comunicación para aquellos que tienen la puerta cerrada en los medios tradicionales. Desde entonces el camino de la emisora ha ido padeciendo varios cambios debido a las crisis internas, pero siempre son el ideario de servir a la audiencia, sobre todo aquella que la financia y la mantiene en pie. El no emitir publicidad implica esto.
Su programación sigue “apostando por el rigor, la credibilidad y el compromiso como señas de identidad, alejada del sectarismo, la demagogia y el panfleto, y a la vez de forma atractiva y amena”, según dice su director Aniceto Arias al diario Levante.
Por muchos años más, y que el resto tome nota.