No, no os asustéis ni inquietéis, no voy a hablar de que se decrete una censura total y que se obligue a cerrar emisoras. De momento no, aunque nunca está de más tenerlo presente. El tema va por otro derrotero. Llevo escuchando durante bastantes años, a modo de “que viene el lobo, que viene el lobo”, que podemos recibir en la Tierra una erupción solar de tal fuerza que nos dejaría sin radio y sin internet durante un tiempo. Ante tal “amenaza” le pregunté a una persona experta en comunicaciones si eso podría llegar a pasar, obteniendo un encogimiento de hombros por respuesta. Y así seguimos.

El Sol realiza lo que se llama erupciones solares, llamadas también fulguraciones, en las que libera de manera súbita e intensa una cantidad de radiación electromagnética. Quien quiera profundizar más en todo lo que concierne a nuestro astro Rey, que se compre un libro o que mire por internet, especialmente en páginas científicas, que os conozco y seguro acabáis en cualquier blog de tremendistas.

Las erupciones solares son lanzadas al espacio en cualquiera de las direcciones. Lo malo es toparse con una de ellas directamente sin protección alguna, aunque los que vivimos en la Tierra tenemos la suerte de que salgan “rebotadas” por los polos, produciendo lo que llamamos la aurora boreal, que nos ofrece una medición sencilla y visual de la fuerza de la erupción solar, siempre y cuando vivamos lo más cerca posible del polo norte, al menos los que vivimos en España. A más radiación recibida, más fuerte es la aurora boreal, llegando a latitudes más bajas … o para el que no sepa de localizaciones respecto la línea ecuatorial, que incluso en nuestro país pudiéramos llegar a verla, cosa normalmente improbable.

¿Y todo esto qué tiene que ver con la radio? Pues que puede afectar a las emisiones, porque si tenemos en cuenta que la mayor erupción solar de la que se tiene constancia data del 1 de septiembre de 1859 y afectó a los pocos aparatos eléctricos que había entonces y que estaban conectados a las líneas telegráficas que se estaban instalando desde hacía 16 años y que produjeron diversos incendios y electrocuciones, ya podemos ir tomando nota. También ocurrió otra el 13 de marzo de 1989, y aquella provocó en Canadá un apagón que duró 9 horas.

De hecho, durante la segunda quincena de marzo se han ido produciendo diferentes erupciones que nos han llegado de lleno y que en algún momento han supuesto un problema en la difusión de las ondas que quedan por debajo de los 30 MHz, sobre todo en el continente americano que es que le tocó recibirlo. A nosotros los europeos nos pilló de noche. El miedo de momento sigue presente, aunque la gran ola que se produjo los últimos días de marzo la recibimos el pasado sábado 2 de abril y que se sepa no ha pasado nada grave.

El Sol seguirá realizando sus erupciones electromagnéticas, algunas más fuertes que otras, pero hay que pensar que, si se produce una de estas que según los expertos puede pasar en próximas fechas, nos tiene que tocar de lleno, y la probabilidad es pequeña, como la que nos caiga un meteorito del espacio.

Quien quiera que se vaya poniendo tremendista. Que tiempo tiene.

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