De negociar 18 frecuencias para pasar después a 5 o 7 y ahora … nada. En esto ha quedado según las últimas informaciones publicadas el acuerdo entre Nicola Pedrazzoli y PRISA Radio por el alquiler de frecuencias u horas de emisión de algunas de las emisoras actuales de SER Catalunya. Como se dice vulgarmente “ha visto lo mismo que Clavijo de la quiniela”.

Todo estaba acordado hasta que PRISA Media nombró a principios de julio a Enric Hernández como adjunto al presidente ejecutivo Carlos Núñez, tras haber estado como director de contenidos informativos y de actualidad en RTVE, bajo las órdenes de Rosa María Mateo, y como asesor técnico en el área de presidencia sobre comunicación local en la Diputación de Barcelona durante los últimos años.

¿Por qué nombro a Enric Hernández? Porque según Nicola Pedrazzoli ha sido el que ha propiciado que se rompa el acuerdo ya que, según él, entre los dos no se llevan bien. Mala suerte. La nueva posición de Enric Hernández habría propiciado un replanteamiento de la utilización de las frecuencias en cuestión ya que su nuevo cargo en PRISA implica un desarrollo corporativo de toda el área de medios con la idea de ampliar las audiencias de los diferentes productos del grupo. Trabajo tiene con tanta frecuencia.

Desde los tiempos en que pusiera en marcha el canal de televisión Canal 50 para después convertirlo en Canal Català se ha especulado mucho sobre el origen de las inversiones que Pedrazzoli realiza para además comprar al Grupo Godó el múltiplex de televisión privada de Cataluña. Y a esto se dedicó hace unos días el diario ‘La Vanguardia’, mostrando los compañeros de aventura que tiene el empresario italiano además de nombrar algunos supuestos que niegan su relación, sin dejar pasar la del exalcalde de Sabadell Manuel Bustos que actualmente se encuentra encarcelado por diversos casos de corrupción y tráfico de influencias.

¿Por qué saca ‘La Vanguardia’ este tema ahora? Y más teniendo en cuenta que la empresa de Pedrazzoli ha sido la que compró al Grupo Godó, el propietario de ‘La Vanguardia’, el múltiplex de televisión privada catalán. Crear una nueva cadena de radio solo para Cataluña implica competir con las dos emisoras hegemónicas: RAC1, de Godó, y Catalunya Ràdio, de la Corporación pública catalana. Y la cosa ya está complicada para las dos, en materia económica, como para que entre un tercero y además tenga éxito. Ya ha habido dos intentos en los últimos 20 años: Ona Catalana y SER Catalunya. La primera murió de gasto excesivo en un mal momento económico, y la segunda no ha terminado de entrar en competición. Bueno, únicamente en horario matinal y la cosa no ha salido bien.

Que se hubiera creado de nuevo una tercera cadena de radio habría implicado, por lo que parece, una fuerte inversión para intentar llegar a la altura de las dos grandes de la competencia. Para Catalunya Ràdio no debería de ser un problema que haya más competencia, creo que una radio pública debe dar primero un servicio público, su categoría es la que manda, y lo de las audiencias tendrían que venir en modo accesorio, pero eso sí, tampoco hay que caer en bajos índices con los presupuestos que se manejan. Y para RAC1 sería repartir aún más el mercado publicitario y, posiblemente, el de la audiencia que la ha catapultado al número uno en Cataluña. Y eso no se toca, con lo que es normal que su brazo escrito, ‘La Vanguardia’, saque las garras exponiendo temas que son de dominio público.

Y en cuanto al movimiento de PRISA Radio, encuentro normal que se hayan echado atrás. Recordad lo que pasó cuando a la empresa le ‘sobraban’ varias licencias que puso a la venta y fueron a parar a Radio María. Precisamente la que no le hace la competencia.

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