Ganar un premio. Lo que vende eso. Ya puede ser un premio menor o uno de los grandes. Se vende por igual. Lo que se pretende es llenar la vitrina de premios con el que sea, incluso con el que nunca has tenido ni idea que existía, pero ellos se han acordado de ti por el tema que sea. Aquí no entrarían los que son del estilo razzies, conocidos oficialmente como Golden Raspberry, la frambuesa de oro, que se otorgan a lo peor de las producciones cinematográficas del año. Creo que hasta la fecha en España no existe algo parecido, de manera oficial. Aunque nunca se sabe si recoger uno de estos tipos de premios puede generarte más fama que uno que esté mejor considerado.
En el mundo radiofónico en España existen dos premios: el Ondas que otorga el grupo PRISA a través de Radio Barcelona, y las Antenas de Oro que otorga la Federación de Asociaciones de Radio y Televisión, que durante un tiempo ofrecieron los llamados Micrófonos de Oro, hasta 2012.
Creo que en el asunto de los Micrófonos de Oro recordaremos que se celebraban en Ponferrada y más concretamente aquella gala en la que Federico Jiménez Losantos fue premiado con uno, en el año 2007, cuando su antipopularidad estaba en el punto más alto y Pablo Motos y Andreu Buenafuente, dos de los premiados aquel año, decidieron no asistir por la entrega a Losantos. Todo esto sin dejar de lado que quien presentaba la gala y entregaba premios era Luis del Olmo, que tampoco estaba muy a favor de Federico, y así lo terminó demostrando cuando le hizo la entrega, tras amagar con no hacerlo. ¡Cómo ha pasado el tiempo! Sobre todo, para Pablo Motos que ahora es el apestado por ciertos medios y redes sociales, desde el momento en que empezó a hablar de política.
Pero voy al asunto, que trata de los otros premios, los Ondas, creados en 1954 por Manuel Tarín Iglesias, entonces director de Radio Barcelona, para galardonar a un medio de comunicación que empezaba a ganar fama e importancia en un país con una situación política metida en una dictadura que lo controlaba todo. Y además se celebraban los 30 años de la emisora. Entonces pocos premios se otorgaron en comparación con el número actual de categorías que se han ido amoldando a los nuevos usos o alcanzando al competidor radiofónico: el medio televisivo.
También tienen varios destinados al mundo musical: a la trayectoria, al fenómeno musical del año y al mejor espectáculo, gira o festival. Pero me quiero quedar con el de artista revelación de España, antiguo formato del fenómeno musical del año, y trasladarme al año 2000. Todos conoceremos al dúo Estopa, los hermanos Muñoz que en el año 1999 aparecen por las radios musicales con su primer trabajo musical con su estilo de rumba catalana y de la mano del compositor y músico Pancho Varona. La primera vez que aparecieron en radio fue en ‘La Jungla’ de Cadena 100, por aquello que a Abellán le llegó el chivatazo que Varona tenía a unos hermanos que podrían pegar lo que él llama ‘un pelotazo’.
El pasado 18 de marzo los Estopa estuvieron en ‘El Homiguero’, vuelve Pablo Motos al tema, y les pregunta por el tema premios, donde demostraron desde el principio que ellos estaban más por la música que no por los galardones que se pudieran recibir. Sabiendo por dónde iba el tema Motos les recuerda el tema del premio Ondas del año 2000 y los hermanos Muñoz recuerdan que cuando escucharon Ondas siguieron con el pensamiento en plural de un par de hondas, con H. Dos motos, que no eran dos Pablos.
Los Estopa reconocen que en aquel momento eran muy tontos, muy novatos, y que estaban lejos del mundanal ruido para saber que había una empresa, PRISA, que a través de una emisora, Radio Barcelona, entregaba esos premios. En consonancia con toda aquella persona que no tiene ni puñetera idea de medios de comunicación. Ni falta que les hace.
De los Grammy no quisieron comentar nada.
