En una de esas incursiones que hago por internet, me encontré con un artículo de la web ‘El Vigía’ a través de la web de Gorka Zumeta. En aquel artículo se realizó un análisis de la evolución de la audiencia en uno de los períodos de la radio española en el que se produjo un gran cambio, entre 1979 y 1989.
¿Qué se produjo durante aquellos años para que se realizara un gran cambio en los hábitos de la radio en España? Según ‘El Vigía’ son los siguientes, a lo mejor no con este orden:
- Primero, la pérdida del monopolio informativo por parte de Radio Nacional de España en 1977.
- Segundo, el golpe de estado del 23 de febrero de 1981, que creó lo que se llamó ‘la noche de los transistores’ ya que todo el mundo estuvo pendiente de la radio porque la única televisión que existía en aquel momento, TVE, era objeto de los militares sublevados.
- Tercero, el cambio de cadena de dos profesionales de una mayor a una menosr cobertura, es de suponer que son Luis del Olmo al cambiar Radio Nacional por la COPE, y José María García al dejar la SER por Antena 3 Radio.
- Cuarto, el Plan Técnico Nacional de 1979 que se resuelve en dos partes pero que llena el país de emisoras en frecuencia modulada.
El cambio más importante que se produjo fue el paso del oyente a la frecuencia modulada, comenzando a abandonar la entonces todopoderosa onda media. Lo de todopoderosa, porque podía abarcar mejores coberturas que las hasta entonces pocas emisoras de FM existentes.
También se produjo una evolución de la edad que ha permanecido hasta hace poco, o al menos yo lo he percibido así: la onda media mantuvo a sus oyentes de siempre mientras que la frecuencia modulada fue añadiendo a más jóvenes, obteniendo una media de edad de unos 35 años en el período del estudio de ‘El Vigía’. La onda media pasó de los poco más de 40 años a los 50 entre el 79 y el 89.
Recomiendo la lectura del estudio porque abarca más datos que los que he comentado, y no se trata de hacer un calco de lo que otro ha escrito, ni de hacer crítica de unos hechos. La historia es la que es y con datos es imposible de tergiversarla. Aunque algunos lo consiguen, pero este no es el caso.
La onda media se encuentra ahora en el dilema de la continuidad, más que nada porque la media de edad de su oyente ha seguido creciendo, y porque el oyente de esta banda ha estado siempre bajo la influencia de 2 o 3 cadenas que pudiera abarcar la onda media, mientras que la frecuencia modulada se convirtió para ellos en un coto imposible de sintonizar debido a la gran oferta que comenzó a haber entre legales y sin concesión administrativa. Un guirigay que algunos oyentes prefirieron no escoger por la simplicidad de la onda media.
Ahora estamos en un momento en que lo digital se ha añadido a la forma de escuchar audio. Internet es la alternativa que se produjo en su momento con la frecuencia modulada, pero no ha terminado de dar el salto como le paso a la FM en los años ochenta. Quizás porque acceder a internet para poder escuchar la señal de streaming o el podcast es un recurso de pago al que mucha gente no quiere recurrir al considerarlo un gasto superfluo, en el caso de movilidad.
Pero es precisamente en el que quieren apostar las grandes cadenas privadas, de la que dice es una buena plataforma de apoyo a la frecuencia modulada pero cara de mantener como para que termine siendo la fuente principal de audiencia, que parece algunos esperan que sea.
En este caso habrá que considerar la evolución en España de la radio digital DAB, si el paso de Radio Nacional termina animando al resto a explotar sus licencias y hacer que se produzca el cambio que se va a producir en el resto de los países de Europa, más que nada porque en algunos ya se piensa en cerrar la FM, por aquello del gasto económico que conlleva en comparación con el DAB.
Precisamente este es el argumento que se utiliza para cerrar las emisoras de onda media, un medio de difusión que conlleva un gran consumo de energía para el volumen de oyentes que aporta. Esta será la próxima evolución de la audiencia: utilizar bandas más económicas para el emisor. Lo de la oferta radiofónica, será otra historia.
