Leí hace unas semanas la noticia de ‘El Periódico’ sobre dos hermanos que se dedicaban a ganar concursos radiofónicos, llegando a alcanzar más de 500 premios que abarcaban entradas de conciertos, utensilios de deporte y una motocicleta. Estos personajes se dedicaban a llamar a la emisora de radio reservándose el marcar los dos últimos números hasta que el locutor empezara el concurso. Así descubrieron que bloqueaban todo el sistema telefónico y conseguían entrar los primeros. ¿Dónde está la noticia? Pues la verdad, noticia, noticia no es y creo que todos hemos hecho lo mismo, salvo lo de conseguir bloquear las redes telefónicas.

Esta introducción viene a cuento a una cosa que me vino a la cabeza al leer el libro de Gorka Zumeta ‘La radio: el acompañante silenciado’: ya no existen concursos en la radio, al menos en las programaciones de cadena. Este tipo de programas se los ha arrebatado la televisión, que ha conseguido afianzarlos con una gran parafernalia visual.

Haced cuentas. Si recordáis algún programa concurso es anterior a finales de los ochenta. Desde entonces la radio está huérfana de estos espacios, y no los trato como microsección, que de estas hay muchas en las programaciones locales, con en Onda Cero en Catalunya, aunque lo de las llamadas se han convertido en mensajes de SMS, muy antiguo, o de Whatsapp.

En ‘La fonoteca de Mario Azañedo’ hay un fragmento del concurso que Miguel Ángel Nieto presentaba en las tardes de Antena 3 en ‘Viva la gente del cole’, entre 1985 y 1988. Y no sé en qué cassette tendré una muestra del ‘Pasta gansa’, un concurso de Catalunya Ràdio de finales de los 80 presentado por Miquel Calçada ‘Mikimoto’ en los mediodías de la emisora en el que hacía preguntas de actualidad con opciones un tanto inverosímiles. Mientras encuentro aquella pieza, se puede comprobar lo que hacían en el archivo de la emisora. Los premios no eran una gran cosa, pero primaba la experiencia de estar en un concurso radiofónico con público, al estilo antiguo. Bueno, lo de la experiencia lo supongo.

La Cadena SER es la que se ha llevado por delante más programas concursos. Su historia lo ha permitido, teniendo en cuenta que durante los años de la dictadura no había más remedio que ofrecer entretenimiento. Ponemos nombres: ‘Busque, corra y llegue usted el primero’, ‘Avecrem llama a su puerta’, ‘Operación kilómetro uno’ y, del que aún me acuerdo, ‘Lo toma o lo deja’, aunque fue en el reducto de Radio Barcelona, presentado por Jordi Hurtado y renombrado finalmente como ‘Doble o nada’.

Radio Intercontinental en Madrid no se quedó atrás. Entre muchos espacios culinarios entraron los concursos de Ángel de Echenique ‘Ruede la bola’ y ‘El auto de la fortuna’. Aunque todos estos tienen bastantes años de historia.

No busquéis mucho en la Cadena COPE, aunque como secciones sí los hubo en ‘Protagonistas’ y ‘Directamente Encarna’, entre otros. Luis del Olmo tuvo uno de chistes con el humorista Eugenio en el que este escogía el mejor entre los que enviaban los oyentes y contaban al alimón entre del Olmo y Eugenio. De Encarna recuerdo que estaba muy encorsetada, llamaba la atención que no era su estilo y que ella estaba para otros menesteres. Como le pasaba a José María García con la publicidad. Llevar un concurso necesita tener vigor y energía, como si el presentador se hubiera tomado un energisil para concursos.

Como he dicho antes, la televisión se ha llevado este tipo de programas de las cadenas de radio, que se ha rendido a la información y los ha relegado a secciones puntuales. Y no parece que vayan a volver ya que el estilo actual se ha implantado en las cadenas para quedarse, y así llevamos unos cuarenta años. Alguien dirá que entonces habrá que vivir de la nostalgia, pero habrá que decir aquello que comentaba el editor José Manuel Lara: “la nostalgia es un error”, aunque él lo hacía para otro tema.

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