Para empezar, voy a trasladarme al año 1987. En TVE se emitía los martes por la noche un programa presentado y dirigido, musicalmente, por Miguel Ríos llamado ‘¡Qué noche la de aquel año!’, que repasaba el mundo de la música, en especial la española, desde 1962 hasta 1987. Un excelente programa musical que se puede volver a ver en el archivo de la página web de TVE. Este espacio tenía una particularidad, y es que fue el primero que se grabó en estéreo por parte de la cadena pública, pero las emisiones y los receptores de aquella época no estilaban utilizar ningún sistema que pudiera ofrecer un sonido dividido en dos fases diferentes. Fue la televisión pública catalana la que durante esas fechas comenzó a utilizar el sistema alemán para emitir programas en dual y estéreo.

Pero a alguien en TVE se le iluminó la bombilla y se decidió que el audio del programa de Miguel Ríos se ofreciera en estéreo a través de la red de frecuencia modulada de Radiocadena Española, que por entonces era la emisora oficial de la televisión pública estatal por verbigracia de la entonces directora del ente Pilar Miró.

Lo anterior salió hace un tiempo en la conversación con un amigo que me contestó que eso actualmente no se podría hacer debido al procesamiento de las señales digitales que se distribuyen a través del satélite. Subir y bajar una señal unos 36.000 km supone un retardo de aproximadamente un segundo, y si se le añade que cada receptor digital utiliza un búfer de datos de diferente tiempo que almacena de forma temporal en memoria parte de la señal recibida para que después la podamos visualizar o escuchar lo más rápidamente posible, tenemos el cóctel mejor servido para no poder seguir una señal de televisión con una de radio a la vez.

En 1987 la distribución de la señal de televisión se hacía en la península a través de la red de radioenlaces de TVE, y la de radio a través de la red de Telefónica. Todo muy analógico, que permitía poder sincronizar sin problema la televisión y la radio.

¿A qué viene todo este rollo? Pues viene por el artículo publicado en la web de la Cadena SER, por parte de la redacción de Radio Valencia, de que el veredicto del jurado de la Junta Central Fallera de este año se escuchó al menos dos segundos antes por la emisión analógica de Radio Valencia que por televisión e internet.

Si uno lee el artículo comprobará que la explicación que se ofrece es la siguiente: “La señal en directo desde Junta Central Fallera llegó en el momento a la antena de Radio Valencia, ya que la señal radiofónica es más rápida que la televisiva o la de internet.” Falta algo de chicha tecnológica, y aquí va la que creo que debía haber sido la explicación.

Para la señal de radio solo se debe transportar audio. Lo más sencillo del mundo. Y cuando se hace una retransmisión de un evento hay recursos que prácticamente no han avanzado mucho desde tiempos inmemoriales como el radioenlace analógico o el teléfono de línea fija. Estos llevan la voz sin muchos procesos tecnológicos a donde se quiera y sin mucho retardo respecto al origen. Y si además incluyes que la práctica totalidad de las emisiones de radio en España en onda media y frecuencia modulada son analógicas, mejor lo pones.

La televisión tiene el añadido que debe incluir imagen, y para ello los procesos se han ido actualizando, intentando mover el mínimo de equipos posible. Del radioenlace analógico se pasó al digital que conlleva el proceso de codificación y decodificación de señal, pero como casi todo se hace por satélite, el retardo está servido. Y últimamente se utilizan los emisores móviles de señal 5G, que permite transportar imágenes de alta definición con el gran ancho de banda que se maneja, pero entramos en el tema de la codificación, decodificación y búfer de datos. El retraso sigue estando servido, y más con internet de por medio, que parece ser era el medio de transmisión de la señal televisiva. Aquí añadid que para ver y escuchar la señal el búfer de almacenamiento es de mucho más tiempo, de mayor capacidad, por aquello de si se corta la conexión buscar otra lo más rápido posible y continuar con la reproducción intentando no cortar la señal de audio o vídeo que se estaba reproduciendo, asegurando una continuidad, pero produciendo un retardo considerable.

Explicación muy abreviada y que seguro habrá gente que no le gustará. Es lo que hay. Tampoco voy a estar disertando durante horas.

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