El puñetero tiempo hace que se cumpla aquella máxima de “el muerto al hoyo y el vivo al bollo”, un dicho popular muy duro. La vida que llevamos, una especie de supervivencia unitaria dentro del gran conjunto hace que algunas veces nos desorientemos, y rápidamente nos olvidemos de acontecimientos o hechos vividos hasta que una chispa, que puede aparecer no se sabe por dónde ni cuándo, te devuelve el recuerdo. En este caso ha sido leyendo el último libro de Gorka Zumeta, del que daré buena cuenta en las próximas semanas, en el que menciona una persona, una gran persona, que quiso a la radio hasta sus últimos momentos.

En una de las tantas visitas que hacía a Madrid a principios de este siglo junto a José Luis Vidal, nuestro cicerone local Manuel Ángel García nos había organizado una visita a los estudios de Cibeles FM, la entonces emisora local de Luis del Olmo. Allí nos presentó a Gonzalo Estefanía que, con su potente voz, nos hizo de anfitrión en aquellos estudios situados en el Paseo de Recoletos, además de poder comentar la situación radiofónica de entonces, hablando de los cambios de programación en la emisora en la que trabajaba y la aparición de RAC 1 en Cataluña, que daba la sensación desde fuera que algo nuevo estaba aportando.

Desde entonces siempre que pude intenté escucharle allá donde estuviera, quizás más en su etapa de Punto Radio, donde fue director de antena, el mismo cargo que desempeñó después en Gestiona Radio. Esto da a entender su valía, una manera de hacer y entender la radio, habiendo empezado muy joven en Radio Enlace de Madrid, y pasando además por Radio Aranda, Europa FM, Cadena SER, Radio Internet y Telemadrid Radio.

Su manera de hacer hizo que ganara el Premio Internacional Rey Juan Carlos, el de Salud y Trabajo, el de la Asociación Oficemen, el de la Fundación Policía Española, el de Periodismo Adelta, … y así unos cuantos más hasta el último que recogió, el de Periodismo de Valladolid. Todos demostrando que Gonzalo no paraba nunca pensando siempre en el medio radio. Frente a esto, muchos nos quedamos pequeños.

Y hoy hace cuatro años que aquella carrera se paró, pero su recuerdo sigue presente gracias a los premios que llevan su nombre y que galardonan aquellos proyectos escolares relacionados con la formación radiofónica.

Pasará el tiempo que tenga que pasar, y siempre habrá alguien que se acuerde de él.

Para el que no lo conociera, aquí tiene el especial que hicieron sus compañeros de Gestiona Radio.

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