Desde que se publicó el resultado provisional del concurso de licencias de radio en frecuencia modulada de Castilla y León a finales de octubre solo he escuchado en ‘Los Mediatizados’ lo que llevaba en mi cabeza desde la resolución del concurso: algo está pasando para que haya emplazamientos en los que no se había presentado ninguna oferta. La mayoría se habían presentado en plazas, se podría decir, seguras. Me parece que lo he comentado anteriormente: el concurso se convocó en noviembre de 2020, sin tener conducida la pandemia y con una crisis económica en los medios de comunicación bastante importante, con lo que es normal que se mirara muy bien donde se presentaban las ofertas pertinentes. Son empresas privadas, y no virgencitas de la caridad, que buscan la rentabilidad económica con un producto determinado, y en este caso el producto es el montaje de una emisora de radio con la programación que mejor convenga. El negocio es el negocio, y si no se ha visto claro ni tan siquiera a un plazo medio hay que pensar en una cosa: la radio puede estar tocada. La cosa es … ¿por dónde?
Parece que nadie se acuerda que hace unos años PRISA Radio vendió a Radio María una serie de licencias de radio que según ellos no eran rentables. Otra cosa es que unos días después se subieran al monte y siguieran por su cuenta y riesgo bajo amparo legal alguno en aquellas zonas donde lo vieran oportuno. Véase Hinojosa del Duque en Córdoba o Valdepeñas en Ciudad Real.
Estamos en un momento en que desde las grandes cadenas apuestan por el modelo streaming. Los postes los pone la empresa de telefonía móvil y la programación la cadena correspondiente ofrecida a través de servidores que, si tuvieran que soportar a todos los oyentes que existen según el EGM, más de uno se quedaría sin escuchar lo que quisiera.
Esto en lo que concierne a las grandes cadenas, pero el panorama en cuanto a las emisoras locales o municipales no es más halagüeño. El pasado 30 de diciembre apagaba sus emisiones la emisora municipal Montcada Ràdio, de Montcada i Reixach en Barcelona. Han sido 35 años en antena con la idea de ofrecer entretenimiento e información al municipio con gente local, aunque en algunas temporadas se tuviera que depender de la desaparecida COM Ràdio o de la Xarxa de Comunicació Local. Pero en todo momento ha prevalecido dar apoyo a la producción local.
Ha sido la falta de esta programación local uno de los motivos por los que se ha decidido cesar las emisiones y seguir con lo que quedaba en formato podcast. Otra de las causas la apuntaba la gerente de ‘La Veu de Montcada i Reixach’, el departamento que engloba todos los medios de comunicación del ayuntamiento, cuando comentaba que el medio referente es la publicación quincenal de papel que es conocida por el 95% de la población local.
Buena parte de las publicaciones del formato papel se encuentran además en el propio portal de internet en el que se ofrece una versión más extendida. Esto se puede ver también en todos los diarios que hay en el mercado. El papel tiene la limitación que no puede ofrecer ni audios ni videos, y además te relata las noticias que han pasado horas antes.
La que salía peor parada era la emisora de radio frente al resto de productos del departamento, incluyendo las redes sociales, con lo que ¿para qué mantener un medio que no te está dando un resultado óptimo? Se puede transformar en fórmula musical para hacerla más atractiva al público, pero ¿otra fórmula musical más? ¿Cuántas emisoras municipales existen con esta parrilla? Así se mantiene la emisora activa 24 horas al día, pero con poco seguimiento local, y la publicidad no cuenta.
El poco apoyo y el gasto que conllevaba hacer el traslado al nuevo local donde se encuentra el departamento han producido la decisión de cierre de Montcada Ràdio que alguna municipal más se plantea hacer. La radio está evolucionando y quizás, en algunos casos concretos donde se ve más un gasto que una necesidad, a su cierre.
