En unos pocos días se han ido dos figuras tanto de radio como de televisión: Àngel Casas y Jesús Quintero. Radio y televisión … bueno, más televisión. Pocos los recuerdan en la radio ya que buena parte de nosotros los recordamos y recordaremos por sus apariciones en la caja tonta.
El periodista Àngel Casas hizo sus primeros trabajos mediáticos en la radio, entre Radio Juventud y Radio Barcelona en los años 70 con programas como ‘Trotamúsicos’, pasando después a TVE y TV3 entre 1977 y 2007 con los musicales ‘Musical Express’ y ‘Popgrama’ para después en TV3 dirigir y presentar ‘Àngel Casas Show’ cuyo formato llevaría después a TVE con ‘Un día es un día’. En estos dos programas tenía un apartado final en el que se realizaba un striptease, cosa que en alguna entrevista ha recordado con aquello de “me recordarán por el programa del striptease”. Es lo que hay, y eso que hizo más trabajos para TV3 y TVE, pero lo de enseñar carne parece que queda más en la memoria. Añadamos que mucha más gente le recordará por aquel frenillo que tenía al hablar y que le ganó más de una imitación, siempre con cariño. A la radio volvió en septiembre de 1986 para realizar en la Cadena SER el magacín de tarde ‘El sermón’ hasta el verano de 1989. Ha habido recordatorios breves como figura televisiva en los diferentes medios, como si la radio no hubiera hecho mella en su vida.
De Jesús Quintero ha habido pequeños especiales en las tres cadenas privadas. En la Cadena SER Aimar Bretos le dedicó el lunes un especial de 20 minutos a las ocho de la tarde, poco tiempo después de conocerse la muerte del comunicador y justo al comienzo de ‘Hora 25’. También Àngels Barceló hizo lo propio en el ‘Hoy por hoy’, aunque a la SER no le guste promocionarlo.
En el resto de las cadenas destacan las despedidas en los monólogos de Carlos Herrera y Carlos Alsina. Más que nada porque tanto uno como otro han tenido contacto con Quintero. Herrera por su amistad, y Alsina por la fama de haber compartido una charla en el IV Congreso Internacional de Periodismo de la Fundación Manuel Alcántara donde se dijeron de todo, con un Alsina abominando de la radio antigua y con un Quintero defensor de aquella manera de hacer.
Los silencios son lo más recordado de las entrevistas de Quintero, y fijarse en ese detalle es una anécdota. Muchos lo califican como un maestro de las conversaciones por sus preguntas. También se podría decir que es otra anécdota. La figura o el personaje del comunicador se debe presentar en un todo y no en sus diferentes gestos o maneras de forma individual. Y parece que nadie se acuerda de sus monólogos a modo de presentación o despedida de temas o entrevistas. Repito, Quintero hay que mirarlo en un todo.
Lo malo, como pasa con Àngel Casas, es que solo se le recuerda por su parte televisiva. Casi nadie se ha acordado de su paso por Radio Nacional, Cadena SER y Onda 10. Sí, en Onda 10, la fórmula musical de Onda Cero, aspecto que le permitió a la cadena que su programación nocturna se pudiera escuchar en Barcelona a través de RM Radio. Y tampoco se menciona mucho lo de Radio América, aquella concesión que recibió en Sevilla en el 106,9 MHz y que duró entre 1990 y 1994. Tampoco de la pirata Radio Romántica anterior a esta. Lo de empresario a Quintero no le iba bien.
Al final le ha quedado pendiente, no sé si lo decía en serio o en broma, escribir el libro sobre su experiencia en la caja tonta. El título lo tenía escogido desde hace muchos años y era, perdonadme, “A mis queridos hijos de puta”. Seguro que con esta me gano algún rapapolvo de IVOOX.
