Existe el dicho “hablaban tan bien de mí, que pensaba que estaba muerto”. Siempre se ha pensado lo mismo: de los muertos no se habla mal. O no se habla, apostillaría. Excepto en algunos programas de Mediaset donde por la audiencia se comentan cosas de todo lo que se menea, o no mueve ni el dedo.

Antonio Herrero murió, tal día como un 2 de mayo, hace 25 años. Ya ha pasado tiempo. Se le ha catalogado como el precursor, el maestro, de las maneras actuales de los informativos radiofónicos de larga duración. De hecho, él llegó en algún momento de su vida a autocalificarse como el creador de un estilo, mal le pesara a otros que en aquel momento lo criticaron por enaltecerse de tal manera. Entonces, finales de los ochenta, dirigía y presentaba ‘El primero de la mañana’ en Antena 3. Allí estaba desde los inicios de la cadena en 1982, y acabó en el informativo matinal en 1985, y en esa franja horaria se quedó.

En aquella Antena 3 fue creando su camino: información y crítica. Cosa que no se hacía y que acabó calando en la competencia … aunque tardara unos años, sobre todo a partir de 1992 cuando acabó en COPE. También hacía un programa del mundo del motor los domingos por la mañana, un encargo del que salió airoso sin tener idea de la materia.

Su relación con Antena 3 no debería de estar en las mejores condiciones cuando consideró, en 1991, una oferta de Onda Cero que acabó desestimando ya que impuso su entrada en la entonces cadena de la ONCE con ir acompañado de José María García. Este sí que estaba con ganas por un asunto interno de la empresa. Al final se fueron a la Cadena COPE precipitando unas negociaciones por el movimiento que se produjo en Antena 3 en el verano de 1992.

Entonces las mañanas estaban divididas en dos partes bien diferenciadas por nombre, estilo y profesional: información de 6 a 9 o 10 de la mañana, y desde entonces hasta mediodía o la una de la tarde el magazín. Antonio Herrero desarrollaba sus temas de forma tan extendida que muchas veces se pasaba de su horario. El siguiente, Carlos Herrera, se quejaba en antena con su lacónico “Son las 10 y Antonio Herrero”. También lo hizo ante la dirección de la empresa, pero al final prefirieron echar a Herrera y quedarse con Herrero. Si Herrera hubiera sido Encarna Sánchez, otro gallo hubiera cantado.

Fue en su estancia en COPE cuando empezó a comerse el terreno de los informativos matinales, cosa que hizo avanzar sus horarios a Iñaki Gabilondo y Luis del Olmo. Y esto hizo que finalmente Antonio Herrero acaparara toda la mañana, y así los tres se hacían la competencia.

Así se mantuvo Antonio Herrero hasta su último programa el jueves 30 de abril de 1998, la víspera de un puente del 1 de mayo. En aquellas fechas estaba batallando contra el presidente del gobierno de entonces, José María Aznar. Este confesó a José María García y Luis Herrero que esas maneras no las aprobaba. Si hubieran sido contra un gobierno del partido socialista seguro que no hubiera puesto pega, y seguro que se habría apuntado a la batalla. Pero cuando el viento va en contra … todo es malo. García dejó entrever durante un tiempo que la muerte de Antonio Herrero podría tener algo que ver con aquella conversación que mantuvo con el presidente del gobierno. Leyendas. Hay que decir que a su funeral en Madrid asistió la parte del Partido Popular que estaba congraciada con él. Aznar, ni estuvo, pero se le esperaba.

Tras su muerte el estilo Herrero siguió imperando en COPE y fue ganando terreno en la competencia. Todos aquellos que renegaban, se apuntaron, pero sin reconocimiento al maestro, cogiendo la parte de crítica, pero solo al enemigo a batir. Bueno, solo lo reconocen aquellos que estuvieron con él: Luis Herrero y Federico Giménez Losantos. Estos tiran a todo lo que se mueve.

Ahora solo nos queda el recuerdo, solo para sus “amigos”, como él recordaba al iniciar su programa.

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