Que el Grupo PRISA no está bien, económicamente hablando, es de todos sabido. El que todavía esté en Babia sobre el tema, habrá que hacer un más que breve resumen. Todo comienza tras la muerte de la cabeza más visible del grupo, don Jesús de Polanco, allá por 2007, cuando los nuevos jefes supremos de la empresa invierten lo que no tienen en hacerse los dueños y señores de Sogecable. Todo esto en el momento justo en que la crisis económica comenzaba a aparecer en todo el mundo. Nadie lo vio venir y al poco comenzaron las penurias que siguen en activo y que arrastraron a todas las empresas del grupo.
En 2012, con Juan Luis Cebrián al frente, parece que se esperaba otro futuro, algo mejor, en el que las malas lenguas dicen que estuvo detrás Soraya Sáenz de Santamaría, apoyando las soluciones económicas que se iban aprobando, como convertir a parte de los acreedores en accionistas, teniendo el ejemplo de Telefónica, Banco Santander o Caixabank, entre otros. Además, el fondo inglés Amber Capital empezaba a comprar participaciones llegando a ser el socio de referencia que es ahora.
Cuando el gobierno de Mariano Rajoy comenzó a demostrar que tenía pies de barro en 2017, los accionistas se revolvieron y quitaron a Cebrián dejándolo con el cargo de presidente de honor, eso que en su momento tuvo Alfredo Di Stéfano en el Real Madrid, o el Conde de Godó en Unión Radio. Cargos de mucho lirili, pero de poco lerele.
La deuda de PRISA sigue existiendo y para eso se van planteando diferentes planes para intentar tapar el agujero negro en el que está inmerso el grupo. Es por ello por lo que de tanto en cuanto hay algún rumor de intención de compra.
En noviembre de 2020 Radio Blanca, propiedad del empresario asturiano Blas Herrero, hizo una oferta de compra para quedarse con las secciones de prensa y radio del Grupo PRISA, alcanzando los 200 millones de euros que, parece ser, llevaba en ese momento en el bolsillo. Una especie de “lo tomas o lo dejas”, a lo que desde PRISA contestaron un “me alegro de saludarle”. Desestimaron la oferta a las pocas horas.
Pero la debilidad en forma de deuda sigue existiendo, con lo que todavía está en el punto de mira de alguna empresa que quiera arriesgarse a hacer una oferta. Esta parece que era la idea de Borja Prado, hasta el mes de diciembre en la dirección de Mediaset España y el que dio el visto bueno a los cambios que se han ido produciendo en sus cadenas de televisión, que no están resultando todo lo buenos que se esperaban.
A Mediaset España le falta una radio. Su competencia directa, Atresmedia, lleva desde hace años con tres cadenas, a saber: Onda Cero, Europa FM y Melodía FM. Parece que una televisión no es completa sin una radio, ya sea pública o privada, aunque en el caso de las privadas no se extienda más allá de Trece y la Cadena COPE dentro del grupo Ábside Media, o de Libertad Digital TV con esRadio, aunque en estos dos casos uno de los medios, más concretamente la televisión, no esté como para tirar cohetes, aunque en las fiestas navideñas Trece haya tenido los mejores resultados de su historia.
Es por esa falta radiofónica que Borja Prado quería que el grupo tuviera su cadena de radio y para eso había que aprovechar el momento y comprar PRISA Radio, intentando convencer a los jefes supremos de Italia que su idea era muy buena para relanzar el grupo en España. Tan pesado se debió poner y tan mala veían la idea que se lo quitaron de en medio … bueno, eso y que los resultados de los canales de Mediaset España, como he dicho, no son lo exuberantes que eran hace meses como para embarcarse en un proyecto económico de ese calibre.
De momento todo seguirá igual, o no, que a lo mejor alguno puede caer en el abismo.