Tengo grabada una intervención del Señor Barragán en ‘Arús con leche’ en la que la sección del día se llamó ‘La salud, ¡qué nos importa!’, un título estilo humorístico del programa ‘La salud es lo que importa’ que el doctor Bartolomé Beltrán estaba haciendo por aquel entonces en Antena 3, y que aún sigue haciendo en Onda Cero. Lleva casi 41 años en antena y en él trata temas médicos de toda índole con un estilo profesional que intenta explicar al oyente que no entiende mucho de medicina, que somos casi todos, todo lo concerniente a los temas de salud. Y que lo siga haciendo por muchos años, al menos los que Bartolomé Beltrán quiera.

Programas de este tipo han proliferado poco en la radio. No quiero decir que no existan, pero los que se estilan dejan el tema de la salud a secciones patrocinadas. Algunas de ellas de dudosa reputación. Todo esto viene a colación por la escucha de un anuncio que realiza Carlos Moreno ‘El Pulpo’ en ‘Poniendo las calles’ en COPE en la que comenta el beneficio de un producto que, según parece, él consume, le va bien y que está recomendado para “combatir el estrés y subir las defensas”. Eso sí, apostilla que a veces es mejor consultar con el médico por si el problema viene de otros derroteros. No está mal esto último que se aproxima al ‘consulte con el farmacéutico’ de los anuncios de los medicamentos y que sirve para salvaguardarse tanto él como el producto en cuestión ante un uso que se podría llamar ‘no recomendado’ por el tema de salud que sea.

Este tema me trajo a la cabeza otro que se estuvo anunciando en la misma Cadena COPE, pero de finales de los años 80 en el programa ‘Directamente Encarna’ de Encarna Sánchez: las pulseras Rayma. Desconozco si en aquel momento había otras campañas en otros medios, pero la que se hizo en COPE fue brutal. A Encarna Sánchez tanto le daba hacer una cuña como una supercuña publicitaria, entendiendo como supercuña todo aquel espacio publicitario que dure más de los 20-30 segundos reglamentarios.

La pulsera Rayma estaba indicada para acabar con todo tipo de dolores ya que disponía de unos imanes que, según decían, mejoraba la salud equilibrando el sistema corporal. Lo mejor de todo es que era un producto que se vendía en farmacias. Lo de venderse en farmacias siempre da una sensación de seguridad, por aquello que el farmacéutico no te va a vender placebos. La cosa es que recuerdo acompañar a una persona que de tanto escuchar los anuncios de Encarna Sánchez se decidió ir a comprar la dichosa pulsera. A la pregunta “¿Y esto funciona?” el farmacéutico respondió con un encogimiento de hombros y una cara de “vaya usted a saber”.

Lo de las pulseras Rayma acabó mal, con una serie de conflictos entre los dueños de la empresa que habían amasado unas buenas cantidades de dinero.

Volviendo al tema de los programas de salud, aún sigue en antena ‘La salud natural’ en la cadena gallega Radio Voz, en el que el doctor Pérez León sigue haciendo su trabajo de divulgador de la medicina natural recomendando productos de herbolarios y que al principio presentaba junto a Carlos Pumares, que dejó esta labor hace unos pocos años. El programa se realiza en Madrid, donde durante un tiempo estuvo ubicado en los estudios de Cibeles FM, la emisora de Luis del Olmo que pasó a ser Punto Radio y ahora es COPE.

De ‘La salud natural’ tenemos en mente, lo sepamos o no, uno de los momentos más escuchados de la radio: el llamado ‘Fibergrán’. Un Carlos Pumares en plena excitación y en todo su esplendor intentaba deletrear a una oyente la palabra ‘Fibergrán’ durante unos 5 minutos, ante un doctor Pérez León que, supongo que estupefacto, intentaba exponer su doctrina médica del producto. Lo que no sabe mucha gente es que el audio que hemos escuchado bastantes de nosotros no es el original ya que es la grabación emitida en Onda Cero en el programa ‘Ya te digo’ que dirigía Alfonso Arús.

Y con esto solo que queda recordar aquella canción que comenzaba con “Tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor. El que tenga estas tres cosas, que le dé gracias a Dios”. Seguro que siempre nos falta alguna.

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