El 22 de mayo de 1993 salió al aire la que fue la primera radio dedicada al público infantil y juvenil de España. Haced cálculos. Si estáis leyendo/escuchando esto en 2023 se han cumplido 30 años de tal acontecimiento. Se trató de Onda Mini, una emisora propiedad de la entonces empresa de nueva creación Medipress, creada por Francisco Gaya que era vicepresidente de la editora del diario ‘El Mundo’. Todo surgió a raíz de la compra de la frecuencia 91.0 MHz de Madrid a la editora de ‘Diario 16’, que había comenzado emisiones a principios de los ochenta como Radio 16 y después, en asociación con la Cadena SER, Radio Minuto Cadena 16.
El invento tuvo también dos frecuencias más: otra en Madrid en el 103.5 MHz y en Mallorca en el 96.4 MHz, propiedad de la emisora de hilo musical Radio Ambiente Musical. El logotipo estuvo diseñado por el estudio de Javier Mariscal, el mismo que hizo el de Onda Cero, con un diseño minimalista, muy propio del creador valenciano.
Y poco más se puede decir, ya que el 15 de abril de 1996 Onda Mini desaparece para transformarse en Europa FM, una fórmula musical dirigida a un público totalmente diferente. ¿Qué pasó para que en poco más de tres años desapareciera por completo? El problema de la emisora es que adolecía de un público que no existe en las encuestas del EGM, con lo que contabilizarla para vender publicidad era costoso de hacer. Así la nueva Europa FM al menos sí que podía tener constancia en los resultados de audiencia, y así fue y ahí está, ahora en manos de Atresmedia Radio.
Desde entonces la única iniciativa que existe es Babyradio, que se puede escuchar por internet y en aquellos sitios donde pueden salir en frecuencia modulada, dirigiéndose a un público de hasta nueve años. Lo de las audiencias no va con ellos y por eso aún se mantiene, aunque el estilo tanto de música como de comunicación ha cambiado mucho.
Si uno hace repaso de algo relacionado con la radio y dirigido al público infantil podrá enumerar cosas hasta principios de los años 90, precisamente con la aparición y cese de Onda Mini. Hasta entonces se podían escuchar seriales o programas casi a diario dirigidos a este segmento de la población, siendo los más recordados ‘Matilde, Perico y Periquín’, emitido en la Cadena SER entre 1958 y 1971, el ‘Super Baby’ de Los 40 Principales de Radio Madrid FM que presentaban Teresa Rabal y José Antonio Abellán entre 1982 y 1985, o ‘El Dubiñaca’ de Radio España de Madrid. Unos ejemplos de los tantos que hubo, ya fuera realizado por adultos o por niños.
Quizás sea el ’Super Baby’ el que más se recuerda por haberse encontrado en una etapa en la que la música infantil llegó a ser superventas. Que pregunten a Enrique del Pozo y Ana Anguita o a los componentes de Parchís, los estandartes de una época que no ha vuelto a tener aquella importancia y relevancia, apoyados por otros grupos como Nins, Regaliz, Antonio y Carmen, Monano y su Banda, Los payasos de la tele o Popitos, que también tuvieron su momento de gloria con alguna banda sonora de película o serie de televisión. La disolución del dúo Enrique y Ana y la quiebra de la discográfica Belter, que tenía en su catálogo a Parchís entre otros, se llevó todo a otro puerto totalmente diferente.
Si nos ponemos sentimentales, de la época de finales de los 80 recuerdo el programa infantil que Justo Molinero realizaba en la primera Radio Teletaxi entre las 8:00 y las 8:45 de la mañana, cuando los niños se levantaban, desayunaban y se iban al colegio. Un tramo horario que era el ejemplo que realizaban muchas emisoras locales de la época y que tras la desaparición de Teletaxi en diciembre de 1986 retomó Radio Sabadell en el área de Barcelona, asumiendo en buena parte de su programación el estilo de la emisora de Justo Molinero. Y, como he dicho antes, todo aquello acabó desapareciendo a principios de los 90.
El estilo musical infantil ha cambiado bastante, ya no se produce con los arreglos que lucían los grupos de los 80, no se vende tanta música dirigida a este público, y sobre todo la audiencia manda, y los niños no computan en ella. Unos factores que mandaron al olvido en las parrillas a aquellos programas. O que la televisión se los llevara de calle.