Algunos medios lo han visto como meter el dedo en la llaga en el día señalado por parte de PRISA. Otros, la anodina andanza del Grupo Godó en los medios de comunicación. Desde el martes 3 de mayo PRISA Radio pertenece única y solamente a PRISA. Les faltaba un 20% para ser los amos y señores de lo que en el año 1993 se llamó Unión Radio, recuperando el nombre de la emisora central de la Cadena SER que tuvo en el período previo de la Guerra Civil.
Para los desmemoriados hay que recordar que la nueva Unión Radio, llamada realmente ‘Sociedad de Servicios Radiofónicos Unión Radio SA’ y que años más tarde se pasó a llamar PRISA Radio, se creó para englobar las emisoras de la Cadena SER y de Antena 3 de Radio cuando PRISA compró a la segunda, lo que se acabó llamando el ‘antenicidio’. Como el accionista de referencia que acabó quedando en Antena 3 fue el Grupo Godó, se estimó oportuno que en la nueva Unión Radio se quedaran con el 20% y PRISA con el 80% restante. Ya que estos tenían la mayoría aplastante, pues eran los que mandaban, y a Godó ya le venía bien, convirtiéndose en el convidado de piedra del conglomerado. Eso sí, si había que recoger, se recogía, y si había que dar, se daba.
Y el día antes de celebrarse los 40 años del nacimiento de Antena 3 Radio, se hace público que Godó ha vendido a PRISA su 20% por unos 45 millones de euros, a abonar en dos pagos hasta 2023 que irán destinados a “reforzar su apuesta por el crecimiento orgánico e inorgánico en áreas que aporten potencial de crecimiento y rentabilidad”. Buena falta les hace teniendo en cuenta que los medios escritos, en su caso La Vanguardia, no van muy boyantes y que, de sus emisoras de radio RAC1 y RAC105, nunca se ha sabido ni un número económico, al menos en nota oficial como sí hacen el resto de los medios de comunicación cuando les va bien.
PRISA culmina así casi 30 años de aglomeración de medios. Es desde este punto de vista como lo ven en su nota de prensa, añadiendo que así logran “simplificar la estructura, dándola de mayor flexibilidad y menores costes”. Y amén, ya que se quedan ellos solos. La verdad es que la empresa sigue con sus problemas económicos, quien no los tiene actualmente, pero con unas perspectivas alentadoras si nos tenemos que hacer caso a los últimos movimientos que ha realizado para intentar reducir su deuda, cosa que la ha hecho atractiva para algunos inversores, y si no que pregunten a Eneri Radio.
Como siempre digo con el tema del llamado ‘antenicidio’, en aquel mes de julio de 1992 había una empresa que necesita dinero y otra que quería aprovechar la oportunidad. Si uno no vende, no hay compra. Casi 30 años después parece que se ha repetido la historia con los mismos protagonistas.