Han pasado algunas semanas desde que terminé con estos especiales dedicados a las radios públicas autonómicas. La idea era haber hecho una única entrada para la web, pero al comprobar la realidad tan distinta en cada una de las comunidades autónomas decidí pormenorizar un poco más en cada una de ellas.
La realidad territorial es bastante diferente según de quien se hable, teniendo en cuenta la fuerza que tiene Catalunya Ràdio, no solamente en oyentes si no también en productos radiofónicos, llegando al caso de Onda Madrid del que únicamente se tienen noticias de cambios de parrilla y profesionales. Y esto cuando toca anunciarlos, que a veces ni eso.
Casos como el extremeño o el castellanomanchego dedicados casi en exclusiva a radiofórmula musical deberían hacer pensar si mantener el coste de una radio pública es necesario, aunque solo sea para unos boletines horarios que perfectamente se pueden hacer pasar en un podcast o en redes sociales.
Que el coste de estas emisoras sea sufragado con dinero público y en parte con publicidad, no me ha parecido nunca una buena idea tendiendo a una radio pública nacional que fue privada de emitir anuncios allá por los años 60. En este caso las radios públicas autonómicas no compiten como una radio pública si no como una radio semiprivada que compite con el resto de las emisoras comerciales. Catalunya Ràdio lo supo hacer bien desde el primer momento, por aquello de que el contribuyente no acarreara con el gasto que implica tener una buena radio pública. Aunque finalmente se pueda ver que el tema de financiación mixta pueda contraer mala fama.
Mirando al exterior, que es lo que gusta hacer para realizar comprobaciones, se demuestra que esta dualidad de emisiones públicas no existe en muchos sitios más. En Francia se decantaron por el modelo France Bleu, la encargada de emitir contenidos de proximidad de entre todas las radios de titularidad pública. Y aquí la financiación es mixta para las 44 emisoras de las que dispone.
En el Reino Unido la encargada de hacerlo es el servicio BBC Local Radio con 40 emisoras, financiada por la tasa de propiedad de aparatos televisivos en casa, además de la múltiple venta de derechos de sus series. Una radio muy económicamente dependiente de la televisión. Volviendo al tema de la radio local, algunos de sus servicios locales están duplicados como es el caso de Escocia, Gales e Irlanda del Norte donde existe la emisora en habla inglesa y la emisora en la lengua de la región. Algo al estilo de Euskal Irratia y Radio Euskadi.
En Italia las emisoras de la RAI para servicios locales son tres dirigidas a las regiones de Trentino-Alto Adigio, Friul-Venecia Julia y Valle de Aosta, en alemán, esloveno y en dialecto valdostano respectivamente, bajo el modelo de financiación de propiedad de televisor y publicidad.
Viendo el panorama de tres de los países más cercanos o los más comparables, no sé si en España se debiera recuperar aquella idea de tener una radio pública nacional que incluyera cadenas autonómicas, recuperar la idea de aquella Radio 4 que Radio Nacional tuvo a finales de los 80 y principios de los 90 y que cerró por problemas presupuestarios. De aquello sigue en pie Ràdio 4 en Cataluña, con audiencia muy residual y con poco más de 45 años de existencia. Una idea parecida ya existió bastantes años antes cuando Radio Nacional creó a Radio Peninsular, que tuvo que cerrar por la no asignación de frecuencias en onda media según el Plan de Ginebra.
Como dijo Ignacio Elguero en una entrevista a El Mundo en 2021, cuando era director de Radio Nacional de España, «si Radio Nacional contara con la financiación de la BBC, sería la BBC«. Pero de momento nos tendremos que conformar con nuestra duplicidad española, algunas mejor que otras, pero de las que nadie quiere desprenderse.