Llevo varios días leyendo diversas noticias que podrían estar relacionadas, y una de ellas se adentra en el tema del misterio, o al menos lo han tratado varios programas de este tipo. Y si no que le pregunten a Santi Camacho, que sabe lo que se sabe del tema. La primera noticia trata sobre la misteriosa señal que hay en la frecuencia 4.625 kHz, llamada ‘The Buzzer’ o UVB-76 que emite un zumbido 25 veces por minuto.

Entre los días 5 y 6 de enero se produjo una interferencia que la suplantó, volviendo después a la normalidad hasta el pasado día 21 cuando la interferencia volvió no solo suplantándola si no que además se podía escuchar varias locuciones e incluso música.

Si el origen de la señal UVB-76 es desconocido, ni digamos preguntar quién fue el que produjo la interferencia. Y ahora viene la segunda parte.

Se sabe que el zumbido tiene su nacimiento en algún lugar de Rusia, y su finalidad tampoco ha sido desvelada por nadie oficialmente, aunque siempre está la leyenda que se utiliza para enviar señales a supuestos espías rusos a lo largo de todo el mundo. Hay muchos románticos del tema.

Desde finales del año pasado las relaciones entre Rusia y Ucrania, antigua república de la unión soviética, no es que sean del todo buenas desde que los gobernantes del segundo país hicieron pública su intención de entrar en la OTAN, la organización militar que reúne la práctica totalidad de países europeos. Y eso a Rusia no le gusta teniendo en cuenta que la frontera con Ucrania se encuentra a unos 400 km de Moscú. Y aquí entran en juego esos románticos que he comentado antes que pueden encontrarle la relación natural entre las enemistades y las interferencias.

De momento las hostilidades entre los dos países continúan a la hora de redactar esta entrada, con lo que posiblemente sigamos siendo espectadores de toda esta situación en una emisión de radio totalmente analógica. Viva el romanticismo.

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