
El viernes 2 de febrero se podían celebrar dos hechos radiofónicos. El más reciente, y circunscrito a Cataluña, fue el nacimiento en 1999 del canal público Catalunya Cultura, el que se podría considerar el heredero de la primera etapa de RAC105, pero en este caso las herencias no se mantuvieron. Hay que recordar que RAC105 se sustentaba en una concesión de radio privada de Barcelona otorgada en diciembre de 1982 a Ràdio Associació de Catalunya, que terminó explotando la Generalitat y que con el Plan Técnico Nacional de 1997 tuvo que dejar de hacerlo ya que no se permitía que una entidad pública explotara una privada, y aprovecharon la finalización del contrato vigente para consumar el cambio, creando un nuevo canal, en una nueva frecuencia en Barcelona, y con un estilo de programación más encarado a la cultura. Su nombre no inducía a engaños.
Pero muchos años antes, concretamente en 1960, se producía un caso similar, pero en este caso en la radio pública. Hasta ese año Radio Nacional de España ofrecía diferentes programaciones a través de sus emisoras creadas en parte del país. Todas ellas eran eminentemente locales salvo para los momentos puntuales que mandaba la normativa radiofónica de aquel momento, como por ejemplo la emisión del “informativo unificado”.
Su financiación hasta ese momento se sustentaba a partir de la publicidad, pero alguien quiso darle una vuelta de tuerca al asunto rescatando la vieja idea del Servicio Nacional de Radiodifusión, una idea que estaba en el ambiente desde los años 20 y que los diferentes gobiernos que la crearon o recuperaron no acabaron de conjurar.
Así que esa idea acabó siendo realidad con la conversión de Radio Nacional en un servicio que acabaría teniendo una única parrilla de programación nacional que se difundiría a través de unos cuantos emisores de onda media de gran potencia, dejando de emitir publicidad y pasando a ser financiada con una partida de dinero público.
El problema venía con las Radio Nacional que quedaban en aquellas zonas donde estaban en funcionamiento, pero se le encontró una fácil solución y fue convertirlas en una nueva cadena que se acabó llamando Radio Peninsular. Bueno, lo de cadena seguía quedando para ciertos aspectos puntuales ya que se mantuvo la programación local existente, pero con el nuevo indicativo. Y quedaba un aspecto importante, que la emisora en Madrid tenía que ser de nueva creación ya que la antigua pasaba a ser la cabecera de la nueva programación única.
Con todo este argumento el 2 de febrero de 1960 se creó Radio Peninsular en Madrid en los 989 KHz, equivalentes a 303 m de longitud de onda. Las otras emisoras acabaron estando en Barcelona, Valencia, Sevilla, Huelva, La Línea y Cuenca. Una dispersión bastante peculiar.
Su programación, con el tiempo, acabó siendo musical, siendo una emisora bastante popular por sus canciones dedicadas, uno de los puntales de bastantes emisoras de radio de la época.
Pero aquello no duró mucho tiempo. En 1979 se aplica en España el convenio internacional de radiodifusión de Ginebra y a la radio pública le toca cerrar todos sus emisores de onda media de Radio Peninsular, llegando a su fin el 1 de agosto de 1979 con el cierre de la emisora madrileña, con casi un año de retraso respecto al plan original. Bueno, no se cerró totalmente ya que la emisora de Barcelona siguió emitiendo bajo otro nombre, el de Radio 5 a partir de 1981, con la espada de Damocles encima ya que la orden de cierre seguía vigente y acabó cumpliéndose el 30 de junio de 1984, no sin el esperado enfado de sus trabajadores.
La escuchaba de pequeño en Hospitalet de Llobregat hasta en el teléfono cuando descolgábamos el tf de casa se escuchaba la emisora de Barcelona🤣
Radio Peninsular de Sevilla fue otra favorita en el dial de onda media en Córdoba. De niño recuerdo los saludos de Agustín Enbuena. Entonces se hacía radio de verdad, profesional, local, cercana a la audiencia. Se creó gran cercanía a Sevilla y a lo sevillano. Esa herramienta no lo ha vuelto a conseguir otro sistema. Y claro, la onda media permitía mayor alcance de recepción, con menos ruidos que la actual excesiva contaminación electrónica, y muy distinta a la actual FM, con todo en cadena, llena de «piratonas» y carente de larga programación local, salvo contadas excepciones que recibo de la provincia de Córdoba y Jaén. Saludos.