Va camino de los 80 años y Pepe Domingo Castaño ha renovado un año más su contrato con la Cadena COPE. No es novedad hacer público que es la única persona del equipo de deportes de la emisora que negocia su continuidad cada 365 días. Son muchos años y él es el primero en decirlo. Pero parece que aún no es el momento de “hasta aquí hemos llegado”. Suplirle en ‘Tiempo de juego’ sigue siendo complicado. Les guste o no es la segunda voz del programa tras Paco González. Y que a estas alturas no haya nadie realizando su labor de animador debería hacer sonar las alarmas.

Es probable que algunos digan que cuando Pepe Domingo desaparezca, por la razón que sea, cualquiera puede ocupar su puesto, pensando que su trabajo es tan sencillo que el último mono del programa está capacitado para hacerlo. Y se le puede rebatir fácilmente ya que la misma función en la Cadena SER ha sido ocupada por varias personas desde 2010, cuando Paco González y compañía se fueron a la COPE.

El mismo Pepe Domingo lo explica en su libro: cuando Joaquín Prat decidió irse de la SER, este le prometió que sería su sustituto en ‘Carrusel deportivo’, pero la empresa pensó que sería mejor que el cargo recayera en manos de Andrés Caparrós. El propio Castaño predijo que no duraría mucho y así fue: Caparrós entró como animador de ‘Carrusel deportivo’ en septiembre de 1987 y antes de acabar el año abandonó. Joaquín Prat y Pepe Domingo no se equivocaban, sabían de qué iba el tema.

La labor de vender y escoger las mejores palabras y frases, y alguna que otra cantinela, para insertar un anuncio casi sin que se note que es publicidad es una cosa de los viejos maestros de la radio que actualmente más de uno debería aprender.

Volviendo al libro de Pepe Domingo, desde su publicación el autor ha ido de entrevista en entrevista y cuando le han preguntado por las nuevas generaciones ha dicho casi lo mismo: hay que dejar que entren, pero estas no entran porque los clásicos aún siguen delante del micrófono. Mala está la cosa.

Es de suponer que hablar de cambios cuando la cosa va bien le debe de dar fuertes dolores de cabeza a más de un directivo. Y digo dolores de cabeza por no decir otra cosa. Mientras funcione, nada se mueve. Y en estos casos me acuerdo de Narciso Ibáñez Serrador que tenía una máxima: la nueva temporada empieza como se acabó la anterior y los cambios se van introduciendo poco a poco. Y yo añado: siempre y cuando tengas el recambio a mano.

Que Pepe Domingo viva por muchos años y sin ningún problema de salud, que en los últimos años los ha tenido, con grandes sustos, y de todos ha salido airoso. Buena salud de hierro. Pero, y no quiero llamar al mal tiempo, llegará el momento por voluntad propia o involuntaria en la que deje de estar en la radio. Prefiero la primera opción.

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