Recordemos que estamos en el año del centenario de la aparición oficial de la radio en España. Aquel 1924 se concedieron diferentes indicativos de emisoras de onda media con la referencia EAJ que se pusieron en marcha en algunos puntos del país para el deleite de los pocos radioescuchas que existían en aquel momento.
De todas aquellas iniciativas quedaron pocos años después emisoras en Madrid, Barcelona, Zaragoza, Oviedo, Alcoy, Valencia, Sevilla y San Sebastián. Con la II República se intentó revitalizar la radiodifusión española y consiguió crear un mapa de emisoras privadas de onda media que todavía perdura hoy día. Bueno, una era municipal, la de Alcoy.
Pero a pesar de la idea inicial de inundar el mapa de España de emisoras de radio, bastantes provincias se quedaron sin iniciativa. A saber: Soria, Ávila, Teruel, Guadalajara, Cuenca, Palencia, Cáceres y Zamora. Aquí, el que tuviera receptor de radio, tenía que intentar sintonizar alguna de las provincias limítrofes durante el día, y lo que cayese de noche, con la mala recepción que ello conlleva.
Esta pequeña diferencia entre la España radiofónica y la no radiofónica llegó a su fin con la aparición de las emisoras que pertenecían a algunas de las tres cadenas del movimiento: la Cadena Azul de Radiodifusión, la Cadena de Emisoras Sindicales y la Red de Emisoras del Movimiento. Estas ejercían de estaciones escuela, una labor de enseñanza del medio radiofónico en sus diferentes facetas, en lo referente a los trabajos al frente del micrófono como a los que quedaban detrás. Las que quedaron activas en los años 80 acabaron en la red de Radiocadena Española para acabar siendo Radio 1 o Radio 5 en los años 90, perdiendo gran parte de sus programaciones locales.
La creación de la Cadena COPE como entidad privada en los años 60 vino también a intentar equilibrar el panorama radiofónico, con la idea inicial que todos los arzobispados provinciales tuvieran derecho a tener su emisora de radio, y si alguno de ellos no quería esta posibilidad pasaba a otro arzobispado que no fuera el principal de la provincia. Así que bastantes arzobispados descartaron la creación de su Radio Popular que sí quisieron tener en Lorca, Astorga, Loyola, Reus y Figueras, por poner unos ejemplos, y más en algunos sitios donde el tema radio todavía no había llegado.
El Plan Técnico Nacional de 1979 contribuyó a que aquellas provincias que no tenían emisoras privadas las acabaran teniendo, y más en unos años donde primaba la realización de programaciones locales, y si no que pregunten por ejemplo en la zona de La Mancha donde Radio Luz en Alcázar de San Juan de la Cadena Rato y Radio Surco de Tomelloso, que en origen iba a ser Radio Popular, aportaron un poco más de diversidad a la Radio Nacional de Socuéllamos, heredera de La Voz de la Mancha de la Cadena de Emisoras Sindicales.
Actualmente el panorama radiofónico sigue estando descompensado, en lo que se refiere a la frecuencia modulada, algo que podría solucionar la ansiada radio digital donde el tema de cobertura estaría resuelto para todos.