De la época estival siempre se ha dicho que es la de menos consumo de medios. El buen tiempo, si lo contemplamos como que lo soleado ya nos va, hace que salgamos más a la calle ya sea en forma de turismo a la población o zona desconocida que nos de la gana, a la casa propia o de los suegros que está a un chorro de kilómetros, a la playa o a la piscina para el que quiera darse un chapuzón y tomar el sol para lucir un bronceado estilo gamba que debe de durar más allá del verano. Desde aquí la recomendación del protector solar. Son caros, pero hay que adoptarlos como una inversión a largo plazo.

En radio el Estudio General de Medios sabe de la huida masiva de oyentes que se despreocupan del medio y no se hace nada hasta finales de año, de cara a lo que se publique en diciembre. En televisión comprueban a diario como el número de telespectadores baja en el llamado ‘prime time’, que ya de por si ha generado un bajón en los últimos años. Tanto unos como otros esperan a septiembre como tiempos mejores. En radio para seguir con más de lo mismo y, posiblemente, con algún pequeño cambio. En televisión intentando reforzar aquellos tramos que la temporada anterior fueron un fiasco con nuevas apuestas o intentando revivir formatos que empiezan a mostrar cansancio en el espectador.

La metodología como veis es la de siempre: una canción del verano que se repite incansablemente. En radio los programas siguen, como he dicho anteriormente, con la misma estructura, pero poniendo al frente a segundos espadas o bien de la empresa o de ‘nueva cuña’ para que empiecen a destacar y se ganen un puesto en el futuro. De este último grupo está Alberto Herrera, el que hace tiempo llamaran ‘el furgonetero’ por parte del Grupo Risa, al que tanto su padre como la cadena esperan que sea el ideal para poner al frente del tramo magacín matinal cuando Carlos Herrera decida dejarlo.

El repaso al dial deja un más de lo mismo con la coletilla de ‘verano’, rebajando los argumentos de los programas a simples rellenos esperando el inicio de temporada. Aunque hace años había una persona consciente de ello que se aprovechaba de la estación estival para apostar con un espacio que algo bueno tuvo porque se repitió durante años en dos cadenas diferentes. El hombre fue José Ramón Pardo que, en los últimos años de Antena 3 Radio y después en Radio Voz, se atrevió con ‘La canción del verano’. No hay mucho que comentar: presentación de una serie de canciones que las discográficas habían sacado en fechas recientes, con la intención que fueran las más escuchadas entre junio y septiembre, y las votaciones de los oyentes que estuvieran al otro lado del receptor y que no se hubieran atrevido a desertar por otros derroteros no radiofónicos. El presentador ya era consciente que aquellas canciones no iban a ser excelentes piezas musicales con lo que el aliciente era conocer o valorar por parte del público cuales eran de su agrado, lo que llevaba buena parte del tiempo.

José Ramón Pardo es uno de los maestros de la música, de los que te enseñan, educan y recomiendan. De esa especie prácticamente inexistente en las fórmulas musicales. Pero resulta que ‘La canción del verano’ se hacía en la radio generalista. Antena 3 Radio tenía una radiofórmula con Radio 80 cuyo estilo musical era muy específico y se necesitaba a otro público que pudiera aportar un registro más amplio, y en aquel momento ese lo daba la radio generalista que era escuchada por padres que dejaban que sus hijos votaran. Los que escuchábamos aquel programa recordaremos la frase “¿Estás solo o acompañado?” con la se comenzaba a preguntar al oyente que llamaba para así incrementar el número de votos. Una pregunta que no debería ser embarazosa ni acarrear problemas como aquella de “¿Señora o señorita?” de Joaquín Prat que ahora sería excelente para moverse en redes sociales.

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