
No corren buenos tiempos ni para la política ni para los medios de comunicación, que cada vez se van politizando y tomando partido por una opción terminando por atacar al contrario. Y entonces te encuentras con el tema de la confianza que, parece ser, tiene el oyente con la radio. O al menos es lo que dicen las cadenas privadas cada vez que aparece un nuevo Estudio General de Medios. Todos se autofelicitan por los resultados, con el añadido de la Cadena SER que queda más hinchada de alegría por ser los primeros.
Lo decía Gorka Zumeta hace unos días en su web: vamos a tener el primer EGM de la amnistía, donde la carnaza política ha aumentado con el añadido del enfrentamiento entre Israel y Hamas en el territorio de Gaza. Todo está muy polarizado, se han tomado posturas muy encontradas con pocas ganas de informar y muchas de opinar, y se presentía que todo esto acarrearía un movimiento importante en el resultado de las audiencias. Y sí, lo ha habido.
El resultado final ha sido abultar la cantidad de oyentes de las cadenas privadas, precisamente las que se dedican a ensalzar al suyo y despotricar del otro. Creo que en muchos años la Cadena SER no se ha visto con 4.600.000 oyentes. Aunque que la Cadena COPE tampoco se ha visto con 3.720.000. Que conste que los datos que ofrece el EGM marcan siempre tendencias, y en este caso la tendencia ha sido muy al alza. Ya se sabe que todo lo que sube baja, y si se sube mucho, el batacazo puede ser bastante gordo. La probabilidad que en el próximo EGM se mantengan estos datos estarán muy ligados al llamado “suflé político”, “el choque de trenes”, eso que en 2017 se atribuía en la disputa entre el gobierno español y el catalán. Y precisamente está todo muy ligado. Tan ligado que otra que ha subido como la espuma ha sido RAC1 en Cataluña. Y mira por dónde, Radio Nacional no ha podido pescar en el río revuelto.
En tercer lugar, se encuentra Onda Cero con poco más de dos millones de oyentes aumentando casi 200 mil respecto al último EGM. Ha subido, pero no tanto como sus competidoras donde la lucha ideológica está muy presente. Precisamente en la semana que Carlos Alsina recogía el premio Francisco Cerecedo y en el que soltó un discurso que se podría calificar como la mejor descripción de lo que está pasando actualmente en el campo periodístico. Alsina siempre se ha caracterizado por ser bastante neutral, salvo en ocasiones puntuales donde esta neutralidad ha sido vencida por vete a saber qué argumento. Estoy de acuerdo con él en que no corren buenos tiempos para los periodistas, donde repito cada uno intenta convencer al oyente o lector convencido que su argumento es el mejor. Precisamente por donde va la campaña publicitaria de la Cadena SER, donde se ha dado a entender que todo el universo puede hablar, pero del que se exaltan los comentarios más interesados con la supuesta ideología de la cadena.
Las perdedoras de este EGM han sido las musicales que estaban en las tres primeras posiciones del pódium. Ninguna ha aumentado. Los 40 se quedan por detrás de los 3 millones de oyentes, perdiendo 300 mil por el camino, Cadena 100 está con 1.715.000 perdiendo unos 60 mil, y Cadena Dial deja 150 mil quedándose con 1.474.000. Rock fm ha pegado el gran subidón alcanzando los 989 mil, con unos 140 mil más, y Kiss fm hace algo parecido alcanzando los 976 mil. En cuanto al resto Los 40 Urban siguen con su particular montaña rusa de subidas y bajadas, tocando ahora bajada hasta los 351 mil, y la nueva Europa FM, de la que se cumple un año de su reforma, ha bajado 250 mil quedándose con 694 mil oyentes.
En fin, que como siempre todas ganan porque o aumentan o están mejor que el adversario. Estos argumentos cansan bastante, al igual que estar informado buena parte del día. Lo dicho, cansa, y me acuerdo de aquellas palabras que decía Pepe Domingo Castaño: “la radio es imaginación”. Pues me parece que de eso hay poco, al menos puesta en marcha para generar algo diferente a lo actual.