De Flash a Flaix

Corría el año 1992. Tras unos meses de emisiones en pruebas el 3 de diciembre comienza a funcionar de forma regular la nueva cadena privada musical catalana Flash FM propiedad de los periodistas Miquel Calçada y Carles Cuní. Al primero se le conoce por sus proyectos televisivos tanto en TV3 como en TVE, además de haber trabajado en Catalunya Ràdio, donde fue la primera voz que se pudo escuchar cuando empezaron las emisiones regulares allá por junio de 1983. A Carles Cuní, además de haber trabajado en Catalunya Ràdio, se le conoce por ser el hermano de Josep Cuní que actualmente trabaja en RNE dirigiendo y presentando el informativo nocturno ’24 horas’, tras haber estado la mayor parte de su vida laboral trabajando en medios catalanes.

Y sí, si se hacen los cálculos pertinentes comprobaréis que ahora se cumplen los 30 años en antena de aquella Flash FM convertida desde junio de 1999 en Flaix FM. En modo escrito hay diferencia, pero en modo verbal y a lo catalán el cambio es mínimo. Pero ya llegaré a ese punto en un ratito.

Flash FM nace como emisora de fórmula musical bajo el estilo adulto contemporáneo con boletines informativos horarios, pero sin tener un rumbo fijo, dándole a todo lo que se mueve. Y más teniendo en cuenta la normativa catalana que obliga a un porcentaje obligatorio de emisión de música en catalán, aunque este punto lo tienen más que asumido los dos propietarios ya que su carta de presentación fue que eran la “única cadena de radio privada en catalán”. Las fórmulas musicales de la competencia tenían la programación local en catalán, pero la nacional era en español. Así que la bandera catalana de Flash estaba más que enarbolada.

¿La música? Pues te podrías encontrar el último éxito de los ‘Red Hot Chili Peppers’, el ‘Llum, foc, destrucció’ que es la canción de entrada en catalán de la serie de anime ‘Dragon Ball’, o lo último de Luz Casal, aunque en español solo se emitía aquel artista que había contribuido al panorama mediático catalán, o sea, que hubiera grabado en Cataluña o que hubiera realizado su video musical en dicha comunidad. En resumen, como he dicho antes, se le daba a todo lo que se movía. Incluso la parrilla tenía un programa semanal de ópera.

En 1994 la cadena se desdobla en Barcelona donde se le recibía en el 106.1 MHz de Sant Feliu de Llobregat. La concesión de Terrassa (105.6 MHz) pasa a la capital moviéndose un poco en el dial al 105.7 MHz pasando a ser la cabecera de la cadena, y el 106.1 se convierte en la fórmula musical de ‘oldies’ Flash Back, un nombre muy apropiado para una emisora donde se enunciaba que se podría escuchar tanto a Tina Turner, Cher o Joe Cocker como a Lluís Llach, Núria Feliu o Raimon, que cubrirían la cuota de música en catalán. Repito: se le daba a todo lo que se movía.

Así que, al llegar junio de 1999, se decide dar un cambio de aires a las dos fórmulas para intentar diferenciarse del resto y buscar un público más joven. Y lo mejor de todo fue catalanizar los nombres a ‘Flaix’, sustituyendo la SH por una IX, ya que se vendió como su mayor logro, recordad la bandera enarbolada, sin comentar que el nombre ‘Flash’ estaba registrado por otra empresa e imperaba sí o sí un cambio de nombre.

Flaix FM dejaba de ser una fórmula de adulto contemporáneo y pasaba a ser una fórmula de música dance, que por aquel entonces ya tenía bastante éxito y con el eslogan ‘Flaix Fm fa budrum budrum’. Y ‘Flash back’ pasaba a ser Ràdio Flaixbac emitiendo música de actualidad en competencia con ‘Los 40 principales’, además de poner algún éxito de los últimos años. No solo se vive de la actualidad musical catalana y extranjera, que puede no llenarte la parrilla.

Y así siguen hasta ahora, aunque sin Miquel Calçada en los mandos desde hace años no se ha hecho ascos a la música urban en español, aunque algo de catalán de este estilo también entra.

Otro día comentaré su aventura española y su canal de televisión. Y no digo nada más que se me calienta la boca.