Corría el año 1987 cuando un sábado por la mañana, buscando en el dial, me encontré con un personaje de voz rara que hablaba con una persona que parecía el presentador del programa. El de la voz rara contaba sus peripecias de las últimas 24 horas mientras el presentador le alentaba a hacerlo a la vez que le iba corrigiendo en su manera de hablar. Después contaba un chiste que explicaba de la peor manera posible y se despedía hasta el día siguiente.
Ese fue el momento en que descubrí al Señor Barragán en ‘Arús con Leche’ de Alfonso Arús en Cadena Catalana-Cadena Rato, y me acabó enganchando hasta el extremo de tener una compilación de grabaciones de sus intervenciones. Arús le sacaba chicha a aquel personaje que se dejaba llevar, explicando una vida de pobreza que no tenía visos de arreglarse ante la, supuesta, miseria de pensión y sueldo que se le pagaba y del que a veces era suspendido por la categoría del chiste que contaba. Toda una vida inventada que la radio la reproducía en la imaginación del oyente.
Mientras ‘Arús con leche’ estaba en la Cadena Rato, el Señor Barragán aparecía entre las nueve y las nueve y cuarto de la mañana, pero aquello cambió cuando la cadena de emisoras se convirtió en Onda Cero en noviembre de 1990. Arús vio reducida su parte a nivel nacional de ocho y cuarto a nueve, y Barragán aparecía a las 8:55, cinco minutos antes de acabar, continuando después únicamente para la emisora de Barcelona con su antiguo horario. Estar cinco minutos no daba tiempo a casi nada: presentar al personaje, contar un chiste rápido y señales horarias con despedida incluida. Y aquello duró hasta el 1 de febrero de 1991.
Aquel día Barragán contó un chiste rápido de mal gusto, de los que empezaba con “¿Cuál es el colmo de…?”, y llegó la hecatombe: La dirección de la cadena decidió retirarlo de la programación nacional y dejarlo para los oyentes de Barcelona. De aquello se hicieron eco ‘La Vanguardia’ y ‘El País’, aunque se publicó en el primero que su retirada ya estaba planificada.
Pero bajo mi opinión, si aquello era de mal gusto lo que llegó a contar en tiempos de la Cadena Rato podría llegar, actualmente, a una campaña de acoso y derribo en redes sociales que seguramente habría sido tema de los programas de Mediaset. Aún resuena en mi cabeza el de la Heidi, contando el primer día de vuelta de vacaciones de verano. Y entonces no pasó nada.
Un pionero del humor escatológico. Soy fan