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Televisión y radio son los dos medios de comunicación que atraen a mayor número de público. A estas alturas de la historia vemos normal que haya empresas que tengan en su haber una televisión y una radio. Las públicas han terminado teniendo a los dos, y las privadas quieren terminar haciendo lo mismo.

Dónde está el origen de esta idea, vaya usted a saber. En España, posiblemente, venga de la herencia que aportaba RTVE, añadiendo las posibilidades que aportaba el Plan Técnico Nacional de 1979 y los aires de libertad que aportaba la democracia al finalizar la dictadura.

Todos recordaremos aquel paseo que hicieron en 1981 los entonces propietarios de Antena 3 al querer solicitar una licencia de televisión privada. La respuesta fue algo así: “de eso no tenemos constancia”, así que se dieron la vuelta y esperaron acontecimientos, que se produjeron en 1989, varios años después, para empezar a emitir en pruebas en diciembre de ese mismo año. Mientras tanto crearon una cadena de radio que alcanzó unas buenas cotas de audiencia.

Pero esta no fue la única iniciativa de crear una televisión privada por una empresa que tenía o quisiera crear una cadena de radio. La Cadena SER publicó a principios de los ochenta unos anuncios en los que comentaba la intención de crear un canal de televisión privado que se llamaría SER TV, un nombre poco original y con mucho arraigo empresarial. No se supo nada más, también por la delicada situación en la que estaba la cadena por aquel entonces, antes de la aparición de PRISA.

Otra cadena radiofónica que intentó crear un canal de televisión fue Radio 80, la generalista, la anterior a la compra de Antena 3. En marzo de 1983 anunciaron su intención de tener un canal llamado Tele 80 que llevaba semanas gestándose con conversaciones con diversos representantes de países europeos, según decía la nota de prensa, con la idea de cubrir Gran Bretaña, Irlanda, Francia, Alemania y España, suponiendo también los países que hay al lado o en entre estos. Su televisión iba a ser más directa, en el sentido que el satélite te cubre todo el país de una sola tacada, no tienes que presentar ninguna solicitud de licencia al estado y en el caso que la obtuvieras no estarías pendiente del desarrollo de tu cobertura en los múltiples emisores y repetidores de televisión, que en aquel momento podría haber sido muy lento, y más sabiendo que la segunda cadena de TVE no alcanzó su máxima cobertura hasta 1989. Al final de todo esto nada, y más cuando pocos meses después la cadena de radio se puso en venta. Y la última de hoy fue la Cadena Rato, que en septiembre de 1985 llega a un acuerdo con la norteamericana Samuel Corp. para crear un nuevo canal de televisión. En este caso la idea era utilizar también el satélite, y aquí se daba el nombre del Telecom 1B, situado en la posición 5º Oeste, que tenía buena cobertura en Europa. La propuesta de parrilla venía elaborada desde Estados Unidos ya que la empresa americana seria la encargada de nutrir de contenido al canal español, tanto en tema de entretenimiento como informativo, este último con la perspectiva de crear uno propio para nuestro país. Y de ahí, nada más. La cosa no tiró adelante, quizás por uno de los grandes problemas que ha tenido España con su casi práctica incultura del satélite propiciada por la poca oferta de canales que había en comparación con los de lengua inglesa, italiana o alemana. En estos países tener una parabólica ha sido más normal que aquí, aun con las dimensiones que se calzaban en aquellos años ya que para captar un satélite con buena cobertura se necesitaba un plato de al menos 1 metros de diámetro, un poco más de los 50-60 cms que comenzaron a comercializarse cuando parecieron las plataformas de Canal Satélite y Vía Digital.

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