Se acercan las fechas navideñas. Entre otras cosas son fechas en las que se organizan eventos de recaudación de dinero, juguetes o alimentos para los más necesitados. En materia radiofónica el más famoso es el que realiza Radio Barcelona la noche del 5 al 6 de enero, su clásico ‘Cap nen sense joguina’ que otro año más presentará Rosa Badia.

La ilusión de todas estas recaudaciones es alcanzar unas bonitas e ingentes cantidades de lo que se quiera recoger. Lo material nunca está de más, pero el dinero siempre es muy goloso e incita a que los mal pensados intenten colocar alguna falsedad, actualmente llamada al modo anglosajón ‘fake news’, por aquello de ‘difama que algo queda’. Lola Flores ante esto siempre decía lo de ‘que hablen de ti, aunque sea para mal’. Quedaros con la que queráis.

A lo largo de la historia radiofónica ha habido bastantes recaudaciones. La que ha conseguido pasar a la historia como uno de los mejores momentos es el acto que Radio Barcelona con Joaquín Soler Serrano organizó para los damnificados de las inundaciones del Vallés del año 1962. La respuesta de la audiencia tras 54 horas de programa especial fue poco esperada: más de 30 millones de pesetas. El aluvión de personas ante la emisora fue bastante importante para que llegara a desbordar a la organización de la emisora.

Cómo no hubo voces que dejaron caer que alguien se tuvo que llevar algo, y como siempre se acusaba a la cabeza más visible del asunto que fue el presentador Joaquín Soler Serrano. Aquello se podía callar fácilmente recopilando los recibos que se fueron entregando por parte de la emisora con la cantidad aportada. Como he dicho la organización estuvo desbordada ante el aluvión de dinero que fueron recibiendo en mano, pero como se tiene que hacer en estos casos todo estuvo controlado.

Las que no estuvieron controladas fueron las diferentes recaudaciones benéficas que se organizaron en el programa de Radio España de Madrid ‘C.S. y buen viaje’ que presentó a finales de los años 60 Encarna Sánchez en la madrugada de la emisora. Muchas llamadas de gente pidiendo ayuda fueron las causantes que desde el espacio se realizaran bastantes campañas de recogida de dinero. La locutora se encarga de decir en antena dónde debían de ir para aportar el dinero que se quisiera ofrecer y, quizás el gran problema, por antena se nombraban cantidades elevadas de pesetas para animar al personal a que contribuyera y que no se correspondían con lo que había en la hucha de la emisora. Además, no había un control por parte de la empresa de qué aportaba cada oyente con el debido recibo, al menos si se quería hacer medio bien, o de lo que se entregaba al damnificado.

Las quejas de cara a Encarna Sánchez, la cara visible, encaradas a que se habría quedado parte de la recaudación hizo mella en ella, cuando lo único malo que hizo, por decirlo de alguna manera, fue crear las campañas desde la antena de Radio España. La emisora era la encargada la mayoría de las veces de efectuar la recogida durante todo el día, aunque también hubo alguna organización que se atrevió a fiscalizar algunas de estas.

Ni la empresa ni estas organizaciones dieron la cara por Encarna Sánchez que decidió salir de la emisora en 1970 rumbo al continente americano aceptando una oferta de Emilio Azcárraga, dueño de Televisa.

“Quien parte y reparte se lleva la mejor parte”, dice el refrán. Pero en muchos casos la gente piensa que el que reparte es el que los anima a entregar dinero. Para eso hay otro refrán: “No se puede estar en misa y repicando”.

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